martes, 1 de octubre de 2013

Fútbol y diverisión

A quién no le gusta jugar un poco a la pelota, jugar un poco al fútbol ese es uno de mis pasatiempos favoritos, pero sin embargo se tienen que dar algunas condiciones, porque de otra manera jugar no se hace placentero. Para jugar un partido hay que divertirse, para divertirse no tiene que haber gente gritando o dirigiendo el equipo. O intentando hacerlo, por supuesto nunca va a faltar quien se pase todo el partido a los gritos, claro que eso siempre va estar presente. Es una variable infaltable, el que se cree que es el director técnico, porque piensa, claro, alguien tiene que ordenar las cosas dentro del campo de juego. Y si es uno, bueno, se puede ignorar, pero si son demasiados, entonces el partido ya no es placentero. Todo lo contrario, no se puede jugar de esa manera, con muchos locos y pocos cuerdos en la cancha. Entonces hay que buscar los entornos para poder mantenerse siempre haciendo una actividad deportiva y disfrutarla al mismo tiempo. Entender que uno no es futbolista profesional. Otra cosa es encontrar gente que esté al nivel que uno tiene, no gente que juegue peor, porque es aburrido, pero si juega mucho mejor también lo es. Mantener el nivel es importante y lo hace divertido. Y lo que lo hace divertido es precisamente eso, ir a divertirse al partido. De otro modo resulta aburrido, no gusta y no divierte. Lo que no divierte, qué sentido tiene si no se practica con una necesidad. Por ejemplo, a mí me gusta mucho viajar y la última vez que viajé me alquilé unos departamentos en Buenos Aires que estaban equipados a full, tenían de todo. Porque la verdad es que me gusta viajar cómodo y también puedo hacerlo, puedo darme esos gustos. A veces uno lo piensa como darse un lujo, pero pasarla bien no es un lujo, es lo necesario para que la inversión del viaje se capitalice.